La dirección determina nuestro destino, pero muchas veces nos desviamos por cosas que llaman nuestra atención y nos sacan de la ruta. Si logramos determinar aquello que nos distrae y nos hace perder el rumbo, tal vez podamos evitarlo en el futuro y así ahorraremos tiempo, recursos y muchos dolores de cabeza.
La dirección determina nuestro destino, pero muchas veces nos desviamos por cosas que llaman nuestra atención y nos sacan de la ruta. Si logramos determinar aquello que nos distrae y nos hace perder el rumbo, tal vez podamos evitarlo en el futuro y así ahorraremos tiempo, recursos y muchos dolores de cabeza.